Alguna vez te has preguntado cual es la fuente principal de energía que tenemos.
Seguramente piensas que es la alimentación o bien lo que colocas en tu boca, sin embargo pensemos por un momento que nos llena de energía aun con el estomago vacío,
¿Conoces la sensación de estar apasionadamente enamorado?
Cuando te sientes como si flotaras cuando se te olvida comer solo por estar cerca de esa persona que tanto te motiva y te impulsa ha hacer cosas que tal vez no lo hubieses pensado hacer.
¿Te ha pasado que te apasiones en un proyecto?
Que estés trabajando en algo que te motiva tanto ver el resultado que no puedes parar hasta verlo terminado, que disfrutas cada paso en el desarrollo de tu proyecto que el tiempo pasa sin sentirlo y no recuerdas que debes comer hasta que tal vez alguien te lo recuerda.
¿Recuerdas cuando siendo niño estabas jugando)
Lo ultimo que querías es ir a la casa a comer, cuando el juego es tan emocionante y te estas divirtiendo tanto, te obligan tus padres a comer pero no esperas mas que el momento de volver a jugar,
Por otro lado es posible que alguna vez te hayas sentido con el corazón roto o deprimido o preocupado y lo primero que haces es buscar algo que comer aun que no tengas realmente hambre.
Cuando nuestros alimentos primarios están llenos, prosperamos, y entonces el alimento real permanece secundario, brindando solo el apoyo para estar saludable y hacer las cosas que amas.
Es por eso que los alimentos primarios son los que nutren tu alma, tu espíritu, los que te llenan de energía mas allá de lo que pones en tu boca. Si tienes un equilibrio en estos alimentos y les pones mas atención veras que la alimentación secundaria o bien la comida sera muchísimo mas sencillo de mantener de forma saludable.
Los alimentos primarios nos alimentan, pero no los podemos poner en un plato.
La comida primaria incluye elementos como una practica espiritual significativa, una carrera inspiradora, actividad física regular y agradable, honestidad, relaciones que alimenten tu alma y tu hambre de la vida.
Algunas tradiciones espirituales animan a que las personas ayunen, lo cual hace que tengan oportunidad de reducir los alimentos secundarios permitiendo una mayor conciencia de la alimentación primaria.
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